Con profundo dolor hemos conocido el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, quien dedicó su vida a promover el diálogo y el respeto mutuo entre las personas de diferentes religiones, especialmente entre musulmanes y cristianos. Inspirado por el mensaje de humildad y defensa de los más débiles que predicó Jesús (la paz sea con él), el Papa Francisco abogó incansablemente por la justicia social, los derechos y la dignidad de todas las personas, en especial de los pobres, los marginados y los refugiados. Con pasión, habló y escribió sobre nuestra responsabilidad colectiva de proteger nuestra casa común, la Tierra.
El Papa Francisco fue un ejemplo de humildad, apertura y compromiso con el diálogo interreligioso. Durante su visita a Abu Dabi en 2019, impulsó la publicación del Documento sobre la Fraternidad Humana y animó a los católicos a dialogar con musulmanes y miembros de otras religiones en todo el mundo.
Al recordar el espíritu de respeto mutuo y compasión que el Papa Francisco siempre defendió, evocamos la visita de Fethullah Gülen al Vaticano y su encuentro con el difunto Papa Juan Pablo II en 1998. Ese histórico encuentro fue un poderoso símbolo de la importancia del diálogo, la comprensión mutua y el respeto entre diferentes culturas y religiones, valores que siguen vivos gracias a los voluntarios del movimiento Hizmet.
Es nuestro deseo que el legado del Papa Francisco perdure en forma de un diálogo más profundo y un servicio conjunto por la paz mundial entre los seguidores de todas las religiones y tradiciones, especialmente las religiones abrahámicas.
Enviamos nuestras más sinceras condolencias a todo el mundo católico y a cuantos se han visto tocados por su mensaje de compasión, paz y fraternidad humana.