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El 16 de mayo se celebra el Día Internacional de la Convivencia en Paz, una oportunidad para reflexionar sobre lo que significa vivir en armonía con los demás. La paz no es solo la ausencia de conflictos, sino un proceso positivo, dinámico y participativo en el que se fomenta el diálogo y se resuelven los conflictos en un ambiente de entendimiento y cooperación mutuos.
Para lograr una convivencia pacífica, es esencial aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reconocido la importancia de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia para alcanzar una sociedad pacífica, justa e inclusiva, y la Agenda 2030 establece que no puede haber paz sin desarrollo sostenible, ni desarrollo sostenible sin paz. Por lo tanto, es esencial que trabajemos juntos para fomentar la reconciliación y promover el perdón y la compasión entre las personas.
La paz no es solo responsabilidad de los gobiernos, sino también de la sociedad civil. Hoy, en el Día Internacional de la Convivencia en Paz, recordemos la importancia de aceptar nuestras diferencias y trabajar juntos para construir un mundo más pacífico y armonioso para todos. Y este año, particularmente, con el tema “Educación a la Cultura de Paz”, poniendo el foco en la importancia de la educación como herramienta para alcanzar la convivencia pacífica.
